25 octubre 2010

Aspectos del desempeño del educador eficaz y eficiente

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Para cumplir con la responsabilidad social de la educación, las exigencias de los Estados imponen nuevos retos y establecen estándares básicos de calidad en los educandos como también estándares de desempeño al profesional de la educación; aún así, hoy en día se pueden encontrar en los entornos educativos maestrossauros encapsulados en tendencias y metodologías pedagógicas de antaño, reacios al cambio y poco – o nada- innovadores.

Sobre lo anterior, cabe preguntarnos ¿Cómo es nuestra práctica docente? ¿Mi desempeño profesional docente está a la altura de las exigencias del Estado o mi Institución Educativa?¿Soy un docente competitivo?¿Poseo las características del docente del Siglo XXI?

El educador del siglo XXI no puede mantenerse al margen e ignorar que todas las sociedades, en todas las épocas, han elaborado imágenes y valores sobre su persona y su labor pedagógica[1]. Estas representaciones expresan no sólo la finalidad, sino la responsabilidad social asociada a la educación y son legitimadas a través de las doctrinas pedagógicas hegemónicas en cada momento histórico. En consecuencia, el maestro debe procurar estar a la altura de las expectativas de las sociedades.

Sin embargo, como afirma Hernández[2] “es necesario reconocer que, hay una gran cantidad de factores que influyen en la labor del maestro y en sus resultados; condiciones del contexto: aspectos socio-económicos, culturales y hasta físico-geográficas. Otros son particulares de la institución: infraestructura, recursos, clima organizacional, etc. y condiciones propias del Currículo: estructura del plan de estudios, calidad de los programas, sistemas de evaluación, textos, recursos didácticos”. Con todo lo anterior, el docente debe procurar sobreponerse a las circunstancias y no cruzarse de brazos a lamentar la situación o culpar a otros de los desaciertos, fracasos o situaciones adversas del contexto escolar en que se desenvuelve. He aquí donde juega un papel preponderante la creatividad del docente. Muy acertado estaba Silberman cuando afirmaba que el gran profesor, como el gran médico, es aquél que añade creatividad e inspiración a un repertorio básico[3].

La labor pedagógica es uno de los trabajos más complicados hoy en día. Enseñar requiere conocimiento amplio de una materia, del plan de estudio y estándares; entusiasmo, una forma de ser cariñosa y un amor por el aprendizaje; conocimiento de tácticas de disciplina y manejo de grupo; y un deseo de hacer una diferencia en las vidas de los jóvenes[4]. Además de ello, esta sociedad del conocimiento y la información exige al docente enfrentarse cada vez más, con situaciones difíciles y complejas, tales como concentración de poblaciones de alto riesgo, diversificación cultural del público escolar, grupos extremadamente heterogéneos, multiplicación de diferentes lugares de conocimiento y de saber, acceso a puestos en forma provisoria, rápidas y permanente evolución cultural y social especialmente en los jóvenes en quienes existe la sensación que no hay futuro y una suerte de pérdida del sentido del saber o el aprender.

Aún teniendo en cuenta todas estas consideraciones es preciso que docente se preocupe por estar a la altura de las exigencias y expectativas de las autoridades educativas. Vale la pena, entonces, que reflexionemos y hagamos una autoevaluación sobre nuestra labor docente. A continuación presento unas situaciones propias del desempeño del educador eficaz y eficiente:

  • Participo en la construcción y desarrollo permanente del proyecto educativo institucional pues este constituye un referente importante para mi práctica pedagógica.
  • Actúo de acuerdo con las normas y políticas nacionales, regionales e institucionales que regulan el servicio educativo y mi profesión docente. Mi actuación muestra que acato el manual de convivencia y las normas concertadas.
  • Hago seguimiento permanente al aprendizaje de mis estudiantes y apoyo a los que tienen dificultades o capacidades excepcionales. Además, organizo mi actividad docente de acuerdo con diferencias individuales, diversidad cultural y ritmos de aprendizaje.
  • Sustento mi práctica en enfoques y modelos educativos, pertinentes y adecuados al contexto de mi institución.
  • Organizo el trabajo escolar y preparo mis clases con base en el plan de estudios. Mi planeación incluye metas claras de aprendizaje, estrategias, tiempos, recursos y criterios de evaluación.
  • Creo un ambiente favorable para el aprendizaje. En este sentido, aplico estrategias metodológicas y didácticas para que los estudiantes logren los resultados satisfactorios. Utilizo de manera creativa y recursiva el material educativo existente en la institución o en el contexto.
  • Propicio la participación de los estudiantes y otros miembros de la comunidad educativa en el análisis de ideas, toma de decisiones, construcción de acuerdos, desarrollo de proyectos y organización de actividades institucionales.
  • Realizo un proceso continuo y permanente de mejoramiento personal y académico de los estudiantes, a partir de los resultados de las evaluaciones internas y externas.
  • Mejoro mi práctica pedagógica a través de estudios, investigaciones, experiencias y proyectos que desarrolla en mi institución educativa.
  • Trabajo con ética y profesionalismo. Cumplo de manera puntual, eficaz y eficiente con mis responsabilidades, jornada laboral y horarios. Por otra parte, mantengo una actitud positiva para mejorar el quehacer pedagógico, administrativo y comunitario. He de anotar que participo en actividades institucionales.
  • Me comunico con los distintos integrantes de la comunidad educativa de manera efectiva. Respeto las opiniones que difieren de las mías. Ayudo a que los estudiantes se sientan valorados y escucho con atención y comprensión.
  • Identifico las causas que motivan conflictos y el contexto en que surgen. Propongo alternativas para llegar a acuerdos con base en el manual de convivencia y en las necesidades en intereses de las partes. Hago seguimiento a los compromisos adquiridos.
  • Me integro al trabajo en equipo de estudiantes, docentes y directivos. Mantengo el espíritu de trabajo en grupo y promuevo esfuerzos orientados al logro de objetivos comunes.
  • Motivo con mi ejemplo y acción pedagógica, procesos formativos de los estudiantes y de toda la comunidad educativa hacia el logro de los propósitos institucionales.



[1] BAR, Graciela. Seminario: Perfil y competencias del docente en el contexto institucional educativo. Consultado en: www.oei.es/de/gb.htm

[2] HERNÁNDEZ R, Ana Cecilia. Conferencia: Estrategias Innovadoras para la Formación Docente.

[3] El Profesor Eficaz

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Teoría Pedagógica