Qué es la formación

En términos pedagógicos, la formación puede interpretarse como el principio y fin de la pedagogía, su eje y su fundamento, como afirma FLORES: “La formación es el proceso de humanización de los individuos concretos a medida que se imbrican en la educación y la enseñanza. La formación es la cualificación y el avance que logran las personas, sobre todo en sensibilidad, inteligencia, autonomía y solidaridad”.

La formación no es aprendizaje, pues hay aprendizajes que no forman a nadie, y la suma acumulativa de aprendizajes no asegura la formación. La formación, entonces, es lo que queda después de olvidar la información. Es por tanto, lo contrario a lo accidental, a lo inmediato, a lo particular y el específico.

La formación redunda única y exclusivamente sobre el ser humano, pues es él el único ser que se forma. Gracias a que viene dotado de la habilidad del lenguaje, talentos y potencialidades propias de cada ser; así mismo, con raíces culturales y experiencias propias y singulares cuyo proceso y logros de formación son únicos.

Desde la perspectiva pedagógica cognitiva significa avanzar en la capacidad de pensar y de decidir con autonomía sobre el mundo propio y el circundante.

La formación es una abstracción intangible de orden superior, ni siquiera indirectamente o abordable ni evaluable.

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FLORES OCHOA.